Salvad el Refugio

EL Norte de Castilla
Opinión
20.08.09 - MIGUEL VELASCO

SIEMPRE oí decir a mi querido amigo Félix RodrÍguez de la Fuente (con quien compartí muchas horas comprendiendo el sentido del Refugio), así como a quienes han continuado ardorosamente con tan interesante proyecto, que las aves del Refugio de Montejo (y de su área de influencia) sólo necesitaban comida, silencio y tranquilidad para mantenerlo activo. Alguno años así fue. Sin embargo, últimamente se están adoptando iniciativas que en poco o nada coinciden con aquella filosofía de supervivencia de aquel hábitat.
Se han abierto senderos y se ha incentivado el paso del hombre blanco por el reservorio. Incluso la propia Junta -lo que es inaudito- está ahora propiciando rutas peatonales e incluso cicloturistas para adentrarse con más libertad y comodidad en lo que debería estar tajantemente prohibido. Además de esa incomprensible permisividad para el acceso siempre destructor del hombre, una empresa anuncia ahora la ampliación de actividades colectivas que, sin duda alguna, perturbarán aún más el reposo que requiere esa fauna salvaje, fácilmente espantable y difícilmente recuperable tras su posible emigración.
Nada menos que actividades a media jornada o jornada completa en piragua por las Hoces del Duratón, San Miguel de Bernuy o la villa de Fuentidueña. Y otras actividades de divertimento, como senderismo, tiro con arco, rutas con 4X4, en bicimontaña, rápel y no sé que más rutas en globo, espeleología o 'paintball'. Es decir, todo un abanico de posibilidades para acabar finalmente con el Refugio como si fuera poca la merma que ya acusa por la hambruna de los buitres y otras aves rapaces dada la limitación de cadáveres animales de que se sustentaban y que ha provocado la caída de la fauna hasta un tercio de su censo.
Me parece que las decisiones de abrir senderos en el área protegida para facilitar el acceso más cómodo de la gente -no siempre consciente ni respetuosa con el medio natural ni con la fauna- y las actividades que programa esa empresa de turismo activo (así me parece que se proclaman) vienen a ser iniciativas perturbadoras que arrasarán el verdadero sentido con que fue creado el Refugio y sostenido después. Creo que esquilmarán la presencia de las aves y el aniquilarán sus anidamientos. Cuando eso se haya producido, ni a unos ni a otros les interesará ya ese territorio.
Si Félix Rodríguez de la Fuente levantara la cabeza, daría más de cuatro patadas en el culo de los promotores de tales iniciativas desestabilizadoras. Lo que es más difícil de comprender es cómo las instituciones que deben velar por la integridad del territorio protegido lo consienten.