Hoces del Riaza: el Refugio de Rapaces cumple 35 años

Hoy, 13 de enero, se cumplen 35 años de la inauguración del Refugio de Montejo, y del Refugio limítrofe del embalse de Linares, administrados por WWF y por la CHD respectivamente, en el nordeste de Segovia (junto a Burgos y Soria). Se convertía así en realidad una ilusión que tuvo Félix Rodríguez de la Fuente, con los campos cubiertos de nieve, en febrero de 1974.

Aunque los dos primeros parques nacionales españoles (Covadonga en Asturias y Ordesa en Huesca) se crearon en 1918, en 1974-75 había muy pocos espacios naturales protegidos en España (entre ellos, otros seis parques nacionales y unas pocas reservas). Destacaba el caso emblemático de Doñana (entre Huelva y Sevilla), paraje excepcional que habría sido arrasado (con la marisma desecada y la costa urbanizada) sin la labor pionera del ya fallecido Dr. José Antonio Valverde (el primer ornitólogo que publicó observaciones sobre las hoces del Riaza), y de múltiples personas y entidades que lo apoyaron en todo el mundo. Por aquellos tiempos, el gran naturalista Jesús Garzón, que por cierto estuvo presente en la inauguración del Refugio, se encontraba liderando una batalla titánica para evitar la destrucción ya comenzada (roturando los montes para poner eucaliptos) de Monfragüe (Cáceres), actualmente Reserva de la Biosfera y uno de los mejores Parques Nacionales de bosque mediterráneo que existen en el mundo; junto con Cabañeros (Ciudad Real), que también fue salvado (en años posteriores), a costa de una lucha tremenda, de un proyecto distinto (un campo de tiro para la OTAN) que parecía inevitable y habría terminado con él.

En el Refugio, durante sus treinta primeros años, se produjo una gran recuperación no sólo del buitre leonado (llegó a albergar la mayor colonia conocida) y del alimoche (tuvo los nidos con éxito más próximos del continente), sino también de otras especies de la fauna (desde el águila real hasta la nutria o el corzo), aunque con algunas tristes excepciones (como el águila perdicera, el colirrojo real, y posteriormente el chotacabras pardo). Se han citado ya 323 especies de vertebrados (la última, en 2009: un posible gorrión alpino, visto el 5 de diciembre por el guarda Jesús Hernando, de WWF).

La singularidad del Refugio no radica sólo en sus variados paisajes excepcionalmente bien conservados, sino también en su increíble historia. En nuestro libro colectivo “La leyenda de las cárcavas”, Damián Arguch escribe: “Recibimos el impacto de una naturaleza salvaje, libre, que nos marcó para siempre. Fruto de aquellos días de ilusión y entusiasmo surgió un movimiento de estudio, protección y compromiso con un espacio natural, sin precedentes, tal vez a nivel mundial. (…) Estudiosos de muchos lugares del mundo acudieron a conocer esta naturaleza privilegiada y aportaron sus tesis, fotografías, monográficos…El resultado fue un espacio único mimado, estudiado, protegido, que aunaba la educación ambiental, la sostenibilidad, la implicación de la población local, y la investigación más exhaustiva. Muchas personas lo hicieron posible con su pasión, esfuerzo, entusiasmo y dedicación.” En otro libro, “Rutas verdes desde Madrid”, Javier Leralta remarca que el Refugio, “uno de los escenarios protegidos más internacionales de España”, “ha sido la escuela de muchos naturalistas y una de las cunas del conservacionismo español”.

El esfuerzo riguroso, metódico y desinteresado, de muchísimos naturalistas durante décadas, “no ofrece parangón posible entre los espacios protegidos de nuestro país”, como bien señalan Alfredo Ortega y Susana Casado en un reciente libro de la Junta (“Espacios Naturales de Castilla y León”). En otro libro de la Junta, “Hoces del río Riaza”, Jesús Cobo indica también que, “gracias al desinteresado y minucioso trabajo de muchos naturalistas”, “contamos desde hace décadas con un seguimiento muy detallado de su fauna y de la evolución de sus poblaciones”, y “hay pocos espacios naturales en los que el conocimiento de la fauna sea tan intenso y preciso”.

En “La leyenda de las cárcavas”, el Dr. Xavier Batllori, profesor de la Universidad de Barcelona, resalta: “Una de las mayores alabanzas que pueden verterse sobre todas las personas que aman al Refugio es la facilidad, transparencia y limpieza con la que ha circulado la información durante tantos años. Algunos aprendimos a hacerlo de bien jóvenes. (…) La información remitida siempre fue tratada con absoluta seriedad, especificando con claridad la fuente. La confianza que este rigor inspira es clave para explicar la fluidez con la que se intercambia la información, bien distinta a la situación que se da en otros ámbitos, cuando algunos pretenden aprovecharse descaradamente del trabajo de los demás para su propio y exclusivo provecho.” Además, agradece “la constante, callada, a veces poco comprendida labor de los guardas y la de tantos naturalistas que han luchado para preservar esta joya.”

El Refugio ha tenido una profunda influencia en otros espacios naturales. También en su propia provincia, como Alfredo López y Antonio Cavadas reflejan, el pasado año, en su libro “Las aves rapaces en Segovia sur”. Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF/Adena, destaca, en un libro reciente de la asociación (“Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega”), “el apoyo y complicidad de los habitantes de esta comarca”, “la entrega desinteresada durante años de muchos biólogos y de los miembros del Fondo para el Refugio”, y “el esfuerzo diario de guardas como Hoticiano y su hijo”.

En los últimos meses, Televisión Española ha emitido cuatro veces el maravilloso documental “El guardián de Montejo”, merecido homenaje a Hoticiano Hernando, padre de Jesús y actual guarda de Honor del Refugio. A ambos guardas, así como al inolvidable ornitólogo suizo Daniel Magnenat (que entregó al Refugio buena parte de su vida y de sus recursos), a David Gómez (que por cierto, tantas páginas destina al Refugio en su maravilloso y póstumo libro colectivo “Uñas de cristal”) y otras personas, dedicamos las últimas Jornadas sobre Buitres, organizadas en Plasencia por la UNED, con participación de grandes expertos de distintos países.

Las conclusiones de estas Jornadas, y del congreso nacional organizado posteriormente en Caravaca (Murcia) por la asociación Caralluma, suponen un serio aviso sobre la gravedad de la situación actual de las aves carroñeras. En 2009, 26 asociaciones naturalistas firmaron el comunicado conjunto “No se puede seguir así”; en el que también solicitan que se suprima la recogida de animales muertos en explotaciones extensivas, en la línea de lo aprobado en el Parlamento europeo. Está en juego la propia ganadería extensiva, y la fauna carroñera que siempre fue su aliada.

A nivel mundial, la situación de los buitres es sin duda la peor de la historia
. Las informaciones publicadas son muchas y alarmantes. El declive brutal de las poblaciones en tantos países, puede suceder también en España. Del mismo modo que el Refugio de Rapaces fue, hace décadas, casi el primer sitio donde se documentó una recuperación que después resultó ser mucho más general, ahora podría estar ocurriendo algo parecido para el descenso. Los datos de los cinco últimos censos de otoño, y de otros censos en primavera y verano, son muy preocupantes, tal como se refleja en las nuevas Hojas Informativas sobre el Refugio (incluyendo la Nº 33, de 460 páginas, publicada en 2009).

Otras amenazas se ciernen sobre la zona; algunas, paradójicamente, en nombre de su conservación, como bien hizo notar el Defensor del Pueblo. Durante los 35 años de la historia del Refugio, algunos de los conflictos más largos y difíciles han sido ocasionados por personas o entidades que cobraban o manejaban bastante dinero para conservar la naturaleza, que casi siempre se mostraron incapaces de rectificar sus propios errores, y que despreciaron un trabajo anterior enorme y altruista (duro, pero enamorado) que no podían comprender.

El Refugio siempre ha salido tenazmente adelante, en ocasiones contra todo pronóstico, superando obstáculos que a veces parecían por completo insalvables. En parte ha sido posible gracias a los muchos apoyos que tiene, dentro y fuera de España, y a la ilusión que sigue despertando. En 2009, naturalistas de toda España y de otros países (Suiza, Francia, Alemania, Hungría, Suecia, Chile, México, etc.) continuaron trabajando allí. Ese interés se ha reflejado ya en 3.634 publicaciones de todo tipo, 46 congresos científicos (17 de ellos internacionales), 22 premios, 17 títulos naturalistas, 265 charlas o conferencias, 796 trabajos o informes de fauna o flora (sin contar los de censos, que son muchos más), miles de fotografías, etcétera. Ante las nuevas amenazas, debemos seguir esforzándonos para que esas tierras mantengan su espíritu indómito y salvaje; y sigan moviendo voluntades para estudiarlas y defenderlas, tal como su fauna y su historia lo merecen.



Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo

Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza